Por Isabel Chaverra y Juan Camilo Botero, Sintonía de Vida.
Carlos se encuentra en su televisor de pantalla plana de 50 pulgadas que compró hace un año luego de recibir sus honorarios como periodista. Es la mañana de un domingo que no ofrece ninguna sorpresa, sin embargo, todo esta a punto de cambiar.
Al frente de su televisor, Carlos está listo para disfrutar del partido de Los Ángeles Galaxy ante el Real Salt Lake. En uno de los equipos está su jugador preferido, a quien admira por su elegancia en el juego y su destreza con el balón.
Rápidamente observa con ojos de halcón y recuerda cuando estaba en la universidad y su profesor le decía una frase de Diego Farah: “ser periodista es ver pasar la historia con boleto de primera fila”, y así fue. Evidenció a su jugador que siempre había admirado, usando un inhalador para tratar el asma bronquial.
Esta es una patología crónica frecuente no transmisible que puede afectar a mas de 250 millones de personas. Inflama las vías aéreas, generando un estrechamiento, hiperreactividad de las vías aéreas y aumento de la resistencia al flujo de aire que lleva a ataques de asfixia, tos seca y sibilancias o silbidos en el pecho, como si se tratase de una jaula llena de pájaros, queriendo salir y escapar.
El asma y sus síntomas
Se puede decir de forma clara que tener asma es un síndrome que se presenta con obstrucción e inflamación de las vías aéreas con un aumento de la mortalidad en países con bajos ingresos, y con más prevalencia en la población infantil, que tiene como síntomas principales la dificultad para respirar, los silbidos, la tos seca y la opresión torácica, y cuyos factores de riesgo más preponderantes son la genética, la exposición a alérgenos como los ácaros, la contaminación, algunos medicamentos, el humo del cigarrillo, la contaminación atmosférica y los irritantes químicos.
El diagnóstico se hace con una historia clínica exhaustiva, un examen físico completo y la realización de estudios que el profesional definirá como espirometría, pruebas pulmonares y otros para descartar más diagnósticos.
Carlos, como buen difusor y recolector de información, estuvo muy atento a la crónica deportiva que sería noticia en pocas horas. Sabía que vivía en un mundo hiperconectado y todos tenían algo que contar y comentar. En su cabeza, como un relámpago, recordó una frase de Eduardo Galeano: “al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”.
El jugador de 34 años comentó al diario Daily Mail que «uso el inhalador para aliviar los síntomas del asma bronquial que padecía desde joven», y fue humilde con su respuesta. Este acto enseñó a muchos que a pesar de tener una enfermedad crónica, no es impedimento para lograr nuestros sueños y alcanzar las metas que nos hemos propuesto.
Los síntomas del asma bronquial pueden empeorar con el ejercicio, el aire frío durante la noche o en la madrugada, por lo que debemos estar atentos para evitar las crisis o incluso la muerte.
Las emociones, la ansiedad y la depresión pueden desencadenar crisis de asma o, por el contrario, como un espiral, los que padecen asma bronquial tienen mayor riesgo de emociones negativas, ser más hostiles, tener sentimientos de tristeza y síntomas de angustia y preocupación.
Se ha demostrado que hasta el 50 % de los que sufren de asma bronquial pueden tener síntomas depresivos.
En un estudio publicado en el 2020 por Khosravani y colaboradores en la revista Clin Psychol Psychother, se observó que en pacientes con asma bronquial los síntomas de la enfermedad se acentúan si hay poca empatía y poco afecto de su entorno.
El tratamiento del asma bronquial está dirigido a mejorar la calidad de vida, a prevenir las crisis, disminuir los síntomas, evitar los desencadenantes, evitar la mortalidad y mejorar la vinculación con el entorno social y laboral.
Se usan tratamientos con inmunoterapia, medicamentos para disminuir la inflamación y obstrucción de la vía aérea, anticuerpos monoclonales que serán de uso del personal de salud.
También el uso de psicoterapia, yoga, meditación y acupuntura puede ser coadyuvante en el asma bronquial.
Realizando un diagnóstico y tratamiento correcto con un acceso a la salud adecuado, podemos mejorar la vida física, mental y emocional para crear la salud no solo individual sino disminuir cargas de las familias y su dimensión social y laboral.