Por isabel Chaverra, Sintonía de vida

¿Se te está pasando la vida viendo y escuchando sobre personas exitosas, que logran sus metas, sus propósitos, y la primera pregunta en tu cabeza es cómo hace, que yo no puedo? Tu realidad te incomoda, vives en una queja constante y te sientas a llorar porque no se han cumplido tus sueños, te sientes víctima, culpabilizas a alguien más siempre y te dices “es que es muy difícil”; eres del grupo de los “fue que”: fue que estaba cansado, fue que mi jefe no me ayudó, fue que el gobierno quitó las ayudas, fue que me dijeron que eso es imposible, fue que no nací en cuna de oro; justificas, justificas y siempre alguien menos tú será el culpable de tus resultados y hasta te enojas con el mundo.

Dices que te gusta que te reten, y cuando lo dices, sacas el pecho y levantas la barbilla; pues llegó la hora de demostrarte a ti mismo, ponte en la ACCIÓN, atrévete a hacerlo con las siguientes píldoras: 

  • Ponte una meta realista, alcanzable, ponle fecha, que te rete cada día; haz un plan de tu sueño, ve llevándolo por etapas. Y para esto debes aceptar tu identidad, tus capacidades y tus déficits, primero gatea y luego móntate en el triciclo.
  • ¡Evalúate! Para conseguir tus metas debes conocerte y saber qué tienes y qué te hace falta o qué debes aprender para continuar. En algunas ocasiones deberás desaprender, innovar, salir de la zona de confort, esto se hace realizando una evaluación interna sin juzgamientos con la conciencia real de la autoevaluación constante. 
  • Sé coherente contigo, sé auténtico, no te desvíes de tu propósito, sé leal a tu sueño o tu meta, enfócate en ella, trabaja por ella.
  • Evita decir que es difícil conseguir tu meta, ya que ello no significa que es imposible. Siempre deberás saltar obstáculos, opositores, no pongas esta situación como excusa. La realidad la crea tu mente y si te dices que será difícil, así será, háblate con positivismo realista y optimista, para que sea el motor que te ayude a tomar acción y logre retroalimentarte en cada paso.
  • Inicialmente, mientras llegas a tu meta, en el camino necesitarás empeño y esfuerzo, entonces reinvéntate cada día para lograrlo, proponte nuevas cosas, cambia de estrategias si lo necesitas, pero continúa con el empeño de lograr lo que deseas, eso se llama persistencia.
  • Habrá personas que dirán que es imposible, tendrás grandes y pequeños opositores de tus metas y dirán o pensarán que vas a fracasar; ¿pero tú lo deseas? Entonces jamás te rindas, las personas exitosas no lo hacen. “El éxito está lleno de pequeños fracasos”. ¡No te rindas sin empezar, no te rindas a la primera! Ponte en modo reto y desafío, ¡ah! y rodéate de personas positivas que alimenten tu deseo de lograr tus metas y te carguen de energía.
  • Rodéate de otros que hayan emprendido, de personas positivas que te den ánimo, que te cuenten sus historias y te impulsen a seguir a pesar de las piedras en el camino.
  • Toma momentos de descanso, ejercicio, no olvides a tus amigos ni familia, para que tu mente se vuelva más creativa, dale momentos de energización positiva a tu cerebro. El descanso hace que bajen los niveles de cortisol, esto mejora la memoria y activa la creatividad, entonces una buena cerveza o una pizza con tus amigos te dará elementos para seguir adelante con tus metas. 
  • Busca la espiritualidad, sea cual sea tu credo; ora o medita, ambos son abandonarse, lo que significa una actitud de escucha y apertura. 
  • Sé resiliente, tu mente es capaz de adaptarse a las circunstancias, a las adversidades, y utiliza esas situaciones complejas para surgir y avanzar, para que desarrolles tu máximo potencial y que cada obstáculo sea una oportunidad de avance y crecimiento en ese momento de incomodidad emocional, para que logres tus metas. 
  • Recuerda que cada paso cuenta, cada esfuerzo vale, no desdeñes cada una de las cosas que hagas por pequeñas o insignificantes que parezcan, al final verás cada cosa en su lugar y tu meta cumplida.
  • Por último, jamás, jamás te compares, cada uno de nosotros tiene su propio proceso, sus tiempos, sus necesidades, sus métodos y estrategias; además, por mucho que tu propósito se parezca a otros no será igual porque tú eres diferente, tu intención es diferente, tu pasión es diferente y tu meta es diferente. 
  • Y lo más importante: toma acción, si no es así, tu meta solo se quedará en un sueño, en pura emoción, la motivación se puede acabar, entonces da el primer paso así tengas miedo, usa el miedo como trampolín, es la única forma de saber si ese es el camino, de lo contrario te quedarás anclado en la incertidumbre, salta que tienes el paracaídas, haz el diseño del puente que te permitirá cruzar ese rio, disfruta del proceso, del paisaje durante el recorrido y se muy feliz haciéndolo. 

¿Qué tan dispuesto estás a llegar al sitio donde de verdad quieres estar?