Por Juan Camilo Botero, Sintonía de Vida
El Molino, una hacienda ubicada en La Dorada, Caldas, o el «Corazón de Colombia», fue un lugar mágico, rodeado de árboles frutales, un gigantesco molino para la extracción de agua, limones jugosos para realizar una limonada muy refrescante y saludable al caer la noche, una alberca ni muy grande ni muy pequeña, que permitía refrescarse en momentos de intenso calor, luego de una caminata entre frondosas plantas, tierra fértil y uniforme. Entre gente honesta y emprendedora pasé mi infancia, incubándose en mí una gran paz y tranquilidad. Luego la calma y el sueño me abrazaban e intuía que la serotonina me invadía cada Navidad cuando al molino de nuevo volvía.
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La serotonina (5HT) o la molécula de la felicidad es un neurotransmisor y una hormona que pertenece al grupo de las monoaminas, se produce –en un gran porcentaje– en el tubo digestivo, regulando el movimiento intestinal y en las neuronas para comunicarse entre sí.
Los beneficios de la serotonina
- Tiene una relación directa con el bienestar.
- Regula la temperatura corporal, el control de impulsos, los ciclos de sueños y el apetito, el humor y la sexualidad.
- Fortalece el ánimo.
- Está implicada en la percepción del dolor.
- En la infancia regula la hormona del crecimiento.
La serotonina procede del aminoácido triptófano presente en alimentos ricos en proteínas como la leche, la carne, los huevos . También se encuentra en los frutos secos y las espinacas.
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El triptófano se eleva también con la actividad física, el baile, la natación y los paseos por el campo, aumentando los niveles de serotonina.
La dopamina es la llave de inicio para lograr las metas y los propósitos de la vida, sin embargo, son la adrenalina y la serotonina las que definen la ejecución, la planeación y la motivación de los objetivos para poder culminarlos, y en su defecto, de presentarse algún fracaso, tener la calma y la tranquilidad para continuar desde la resiliencia y afrontar la adversidad y comenzar de nuevo.
La serotonina genera bienestar y tranquilidad en nuestro organismo, su papel es de gran importancia en la felicidad y la satisfacción. Uno de sus aspectos más novedosos es la neurogénesis del hipocampo, ayudando a mantener la atención, consolidar la memoria y el mantenimiento del ánimo como lo demuestran Natalia Alenina y Friederike Kemplin en la revista Behav Brain Res.
De vuelta al molino
Mi abuelo era un hombre sabio y de conciencia plena. Consiguió el molino para el descanso de su familia, también para generar ingresos por medio del ganado y su gran atractivo era la cercanía al río Magdalena, lo que le daba una experiencia fascinante al ver pasar los planchones que se desplazaban río arriba hacia Barranquilla.
Heráclito decía que ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos. Podría agregar que no somos lo que tenemos, sino lo que somos, y este es el secreto de la alegría, nos perdemos buscando la felicidad de forma externa y se nos olvida que el secreto de la tranquilidad está en nuestro interior.
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Cada vez que hacemos una actividad placentera como caminar, meditar, escuchar música clásica, recibir un masaje, hacer ejercicio, compartir con la familia o los amigos, tomar el sol al aumentar los niveles de vitamina D, tener propósitos y metas en nuestro día a día, aumentamos los niveles de serotonina de forma natural y se disminuyen los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Cerca del molino se ubicaba la hacienda Riovista, un lugar sorprendente, dedicado al cultivo del tercer cereal mas producido en el mundo: el oryza sativa (arroz), y su producción y distribución fue un gran adelanto para la época, generando nuevas oportunidades para la región.
Los pescadores en las horas de la mañana saludaban a quien en su camino se encontraban, y con una sonrisa amplia, un gran entusiasmo y silbando como los ruiseñores, continuaban su marcha para agradecer nuevamente por vivir el aquí y el presente.
La serotonina se aumenta de forma natural con una actitud optimista, un pensamiento positivo, exponerse a la luz solar y al recordar momentos agradables y de bienestar.
El proceso de tranquilidad y bienestar fluía saludablemente y automáticamente por mi ser cada vez que visitaba el molino.
El tiempo pasó. El molino, como las historias de Don Quijote, actualmente extraen los sueños, los recuerdos y los momentos que al evocarlos aumentan de nuevo la serotonina para vivir en paz, en armonía y continuar como los planchones: río arriba.
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