Por: Juan Camilo Botero, médico internista y epidemiólogo, cofundador de Sintonía de Vida

Estamos frente a un universo de múltiples peligros que acechan en las sombras. El cuerpo tiene una tarea campal, defendernos y luchar contra los enemigos invisibles. Nuestro ejército para orquestar la batalla se llama sistema inmune, equipado para ser eficaz y coordinado para gestionar una protección contra todos los agentes externos

Sin embargo, en algunas circunstancias el mismo organismo desencadena una lucha contra nuestras mismas células y sistemas con una respuesta exagerada y propia, y una de las enfermedades que tiene esta característica es el Lupus eritematoso sistémico.

Es una enfermedad autoinmune donde se generan autoanticuerpos contra antígenos del núcleo de la célula con una clara predisposición genética en el sexo femenino, y se exacerba con los rayos del sol. Es importante en este caso vigilar los niveles de vitamina D. 

Los síntomas del lupus

El lupus sistémico tiene unos síntomas muy específicos, como dolores articulares y musculares, compromiso renal, úlceras orales, caída de pelo, lesiones en la región de la cara en forma de mariposa, entre otros. También puede manifestarse con cansancio, asfixia, dolor de cabeza y ansiedad.

Estas manifestaciones pueden ser incapacitantes e insidiosas, y afectar la calidad de vida del paciente, por lo que requieren un manejo oportuno dirigido por el personal de salud en su esfera física y mental para poder reconocer nuestras emociones, sentimientos y angustias.

Consejos para el manejo del lupus

  • Cuídate de ambientes donde haya mucha gente, para evitar infecciones por virus o bacterias.
  • Evita los rayos solares; sin embargo, recuerda hablar con tu profesional de salud y definir la necesidad del uso de vitamina D.
  • Cuida y procura hidratar tu piel y estar presto a cualquier cambio.
  • No te automediques y consulta con el personal de salud para comenzar el tratamiento adecuado.
  • Recuerda que la confianza y la relación adecuada con tu médico disminuye la angustia y mejora el dolor.