Por Juan Camilo Botero, Sintonía de Vida
Estaba asustada, muy asustada. Se levantó rápidamente de su cama con el corazón a mil, su respiración entrecortada anunciaba que en su mente una historia de terror o una pesadilla se había proyectado como una película desde su subsconsciente. Pedro la tomó suavemente de su brazo, luego le dio un fuerte abrazo y con unas cálidas palabras se tranquilizó. Es cierto que pasó la noche en vela y sus pensamientos le conferían un aire de desolación. El escenario se repetía una y otra vez desde hace un mes desde que su mundo interno se sintió vulnerado por noticias del exterior que enseñaban una infección desconocida para algunos y muy conocida para otros, estaba llevándose el aliento de vida de muchos habitantes de la tierra.
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Al amanecer, y luego de una noche cargada de tensión y presión, recordó lo que su compañero de viaje le comentó unos días atrás: «¿no te gustaría ensayar con la hipnosis clínica para mejorar tu estado de miedo y ansiedad?». Así fue como Tata, con un caminar lento, una mirada profunda que se perdía en sus ojos verdes hermosos y su cabello ondulado como el trigo decidió que no iba a perder su serenidad.
Hablemos de la hipnosis clínica
Se tiene la idea de la hipnosis a través de una distorsión o una payasada que ha sido creada y desdibujada desde el espectáculo y los shows televisivos, en las que nos imaginamos a un hombre vestido de negro, con una mirada penetrante y en su mano derecha un reloj que cuelga de una cadena, el cual mueve de derecha a izquierda y de izquierda a derecha llevando al inesperado espectador a un trance donde, por arte de magia, se apodera de su mente y le obliga a realizar actos que rayan en lo humorístico o relacionados con lo paranormal y esotérico.
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Este conocimiento popular, como dije previamente, se crea a través del teatro, de exhibiciones o de las historietas, restándole credibilidad y llevando a muchos profesionales a olvidarse de esta herramienta que nos ayuda a generar bienestar, cambiar creencias limitantes y mejorar nuestra salud.
La hipnosis clínica se describe hace más de 3.500 años, desde la época de los egipcios, para tratar diferentes enfermedades. Por consiguiente, como se conoce en la actualidad este término viene del prefijo Hypnos, que significa sueño, definida en 1843 por James Braid, un cirujano ocular escocés. Es una herramienta para generar un estado ampliado de conciencia provocado de forma artificial para acceder al inconsciente y aliviar los síntomas del paciente.
Actualmente la hipnosis goza de amplio reconocimiento al ser aceptada por asociaciones internacionales en Estados Unidos, Francia e Inglaterra, y ha entrado por la puerta grande siendo una herramienta para profesiones tan diversas como la psicología, la medicina, el deporte y también como materia en universidades de gran prestigio con importantes investigaciones, otorgando una plausibilidad real, descartando el papel jocoso que tenia en épocas anteriores.
De vuelta a la calma
Tata esta sentada cómoda y relajadamente en un sofá de color gris que invita a la calma. Escucha una voz pausada pero firme. Unas sugestiones comienzan a llevarla a un estado de focalización para conseguir el estado deseado y que ella gestione de una manera adecuada su miedo.
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Comienza cerrando los ojos, respira profundamente, relaja su cuerpo y a su ritmo puede regresar al presente, recordando esa paz y tranquilidad que el subconsciente ofrece con gran gratitud.
La hipnosis tiene algunos mitos que en el pasado se alejaban de la ciencia y de lo científico para convertirse en una diversión y no como la técnica probada para reducir el dolor, aumentar el autoestima, disminuir el estrés, alivianar las cargas de la ansiedad y la depresión e incluso mejorar las fobias.
Mitos y realidades
- Se podría pensar que al realizar la hipnosis clínica se pierde la consciencia, pero no es así. El sujeto que de forma voluntaria y con su pleno consentimiento accede a ella bajo ningún concepto pierde la capacidad de tomar decisiones. La persona es parte activa de la terapia.
- Se piensa que en la hipnosis se permanece pasivo y se debilita la mente. Falso. El hipnoterapeuta da instrucciones y sugestiones para estar concentrados en un foco, aumentar la atención y utilizar nuestra imaginación por lo que juega un papel dinámico en el proceso.
- Algunos piensan que en estado hipnótico no se sale del trance y permanece dormido para siempre. ¡Falso! Puede salir en cualquier momento al tener su propia voluntad para despertar cuando así lo requiera.
- En el estado de trance se pueden revelar los más grandes secretos. ¡No! Nadie puede conseguir ninguna información que no quiera darse si va en contra de su voluntad y su código moral.
- ¿La hipnosis siempre se hace con los ojos cerrados? Es un mito. Puede realizarse con ellos abiertos por medio de historias, metáforas y lenguaje hipnótico a través de sugestiones para ayudar a concentrar al paciente.
- Todos los pacientes se pueden hipnotizar. Algunos no llegan a un estado de trance por su resistencia, miedo o pensar que van a perder el control. Es importante la vinculación entre el paciente y el terapeuta para aclarar cualquier duda.
La hipnosis clínica no es un espectáculo, La realiza un profesional acreditado con entrenamiento y con estudios sobre el tema para mejorar la salud del paciente por medio de sugestiones para reprogramar el inconsciente e imaginar y creer que se pueden dar cambios importantes en nuestra vida.
Tata regresó en la noche y automáticamente su cuerpo sintió la relajación de cada uno sus músculos, la energía en sus células. Abrazó a su compañero de vida y se fundieron en un abrazo sutil para dormir el sueño de los justos.
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